lunes, 10 de noviembre de 2014

Botánica en el siglo XVIII

Como hemos visto en clase, la ilustración científica en el siglo XVIII destaca por su calidad y precisión. El movimiento científico del siglo XVIII surgió en las diversas Academias y en innumerables laboratorios, gabinetes, observatorios, museos, etc., creados por los monarcas, por las sociedades culturales o incluso por simples filántropos. Tanto el pensamiento ilustrado como las grandes expediciones van a tener una importancia trascendental en este ámbito. Destaca la expedición llevada a cabo por James Cook en 1768. En este viaje se embarcaron dos prestigiosos científicos Joseph Banks y Daniel Solander los cuales, acompañados por un séquito de ilustradores encabezados por el joven Sidney Parkinson, se dispusieron tomar muestras de las diferentes especies botánicas de los remotos rincones a los que viajó en Endeavour.
Para conocer las vicisitudes del viaje os recomiendo el documental de la BBC la aventura del capitán Cook:


A la vuelta del viaje, Banks se propuso publicar una obra recogiendo las ilustraciones realizadas por el malogrado Parkinson para lo cual contrató a 18 grabadores que realizaran los aguafuertes. Como la publicación suponía un coste desmesurado el proyecto se frustró y no se llegó a imprimir, quedando las planchas grabadas almacenadas en el British Museum. En los años 80 del siglo XX gracias a un proyecto organizado por el propio museo y la editorial Alecto se consiguió publicar por fin, 200 años después, el Florilegium:





































Otro caso desafortunado fue el de Robert Thorton quien, llevado por su pasión por la botánica, se embarcó en el proyecto de editar su monumental New Illustration of the Sexual System of Linnæus. Dentro de esta gran obra, el volumen denominado Temple of Flora, le condujo a la ruina debido al alto coste de la producción; realización de ilustraciones, grabados, estampación, etc.


No hay comentarios:

Publicar un comentario